sábado, 30 de noviembre de 2013

GRAAAANDEE PEPE

Recuerdo que íbamos camino a una playa sureña, con mucho bullicio, ventanas del auto totalmente abiertas, cabellos al viento, bikinis, alcohol y música a todo volumen.

Yo iba de copiloto observando todo el tiempo a Pepe, él me miraba, yo lo miraba y así íbamos coqueteando sin hablar, yo suelo estar siempre sumergida en mi mundo, solo escuchaba como todos se divertían en la parte de atrás de la camioneta, haciendo bromas, los chicos piropeando y molestando a las chicas, apretándose el chisguete de bloqueador y Pepe diciendo en todo momento que no le ensucien el carro.

Llegamos a nuestro destino, éramos un grupo de tres chicas y cinco chicos, ninguno emparejado, todos amigos, éramos compañeros de la universidad, amantes de la libertad. Esa noche ya tenían todo planeado, fuimos a la casa de playa de uno de ellos, cada quien tenia su habitación designada, a mi me toco dormir con Miranda, era una de las mujeres mas alocadas del grupo, todo el tiempo hablaba de las vergas de los chicos, quien la tenia mas grande y quien mas chiquita, cuando la escuchaba revolotear hablando de las pingas de nuestros amigos, se me prendió una alerta y le pregunté: - ¿y que tal la tiene Pepe?, a lo que me respondió: - ese huevón a las justas y llega a dos centímetros de tu vagina.

Al saber tal información de Pepe me sentía menos avergonzada y mas segura con los coqueteos, sentía que tal infidencia que había dado bastantes kilómetros de ventaja.

Llegada la noche, cuando ya todos se preparaban para la fiesta y la parrilla, empecé a seguir con la mirada a Pepe, le coqueteaba todo el tiempo y el hacia lo mismo, empezó la música, los tragos, hasta que me saco a bailar, me hablaba al odio todo el tiempo, me susurraba lo hermosa que me veía, lo sexy que eran mis hombros, empecé a sentir como el alcohol trepaba por mi cuerpo y me adormecía el cerebro cada vez mas, entonces deje de beber, poco a poco con el transcurrir de la noche la gente fue emparejándose, el mas ganado fue Javier que terminó tirando con Claudia, la chica mas guapa, y todos los demás podíamos escucharlos hasta la sala, Miranda se quedó conversando con Manuel, Francisco y Jorge. Mientras Pepe y yo seguíamos bailando cada vez mas y mas pegados, en ese momento algo parecía faltarle a nuestro baile y si, era eso, vinieron a mi mente recuerdos de bailes anteriores y casi siempre sientes la verga dura del pata que parece que reventará sus pantalones, sin embargo; con Pepe no pasaba eso y recordé la voz entre cortada por la risa de Mariana: “ese huevón no llega ni a dos centímetros de tu vagina” y seguimos bailando.

Después de unas horas de conversar, nos dimos cuenta que nos habíamos quedado solos, Pepe me miraba con cara de excitación, pero en ningún momento me insinuó ir a tirar, entonces le dije que estaba cansada, me dirigí a mi habitación y al ingresar, Manuel, Francisco y Jorge estaban con sus pingas erectas alrededor de Mariana, automáticamente me di media vuelta y me choque con Pepe muy cerquita a mi, me apretó fuertemente de la cintura, sentía todo su cuerpo casi mezclarse con el mío y empezó a besarme tierna y profundamente, digamos que le tenia muchas ganas a Pepe, pero el tamañito de su pene me desanimaba, sin embargo, me deje llevar.

Besándonos y toqueteándonos caímos en uno de los sillones, íbamos sacándonos la ropa mientras nos calentábamos cada vez mas, el me besaba y mordisqueaba las tetas y yo trataba de cogerle la pinga para saber a que atenerme, pero no alcanzaba a tocársela, cuando de pronto el ya me había bajado el calzón y no me dio tiempo a decir nada, de pronto tenia su tremenda pinga dentro de mi, lo que único que alcance a decir fue un Ay!!!!!!, lleno de dolor y placer, mientras en mi mente pensaba porque Mariana me había mentido, pero no importaba fue el polvo mas rico que tuve ese año.

Al amanecer fui donde Mariana y le pregunté porque me había mentido con respecto a Pepe, a lo que me respondió: - con lo cojudita que eres, si te decía que la tenía grande te ibas a espantar. Pues si, Mariana tenia razón, lo que me dijo de Pepe me hizo sentir segura, sentí que podía manejar la situación, después me vino otra interrogante a la cabeza, jamás sentí la erección de Pepe, días después le pregunte y me dijo que trataba de mantener su pelvis lejos de alguna manera para no parecer un malcriado. Eso me pareció muy lindo de su parte.

Así que desde ese momento no vuelvo a confiar en que alguna mujer me advierta sobre la pinga de alguien, prefiero descubrirlo jajaja…

viernes, 27 de septiembre de 2013

FRAGMENTOS III: El Zorro y la Lobita asustada

Azul estoy harto!!!...harto de tus amigos, tus reuniones, tus jodidos conciertos, estoy hasta la mierda de todo, si tú eres mi mujer, entonces actúa como tal. Cuando escuché a Facundo gritar de esa manera no sabía qué hacer, tenía miedo, pensé que iba a destrozar algo, que me lastimaría, yo lo amaba, pero a veces lo desconocía, en ese instante lo veía gritar y moverse como loco de un lado a otro, solo atine a llorar y no escuchaba nada de lo que decía. Solo pensaba en todas sus actitudes, estaba tan llena de ganas de gritar también y mandar todo al demonio, de decirle que estaba harta de su ex mujer, de su hija, de mis domingos sin él, solo seguía pensando, me decía a mí misma que estaba cayendo en un vacío infinito, me preguntaba cuántas veces más soportaría esto, sentía que mi vida era como una enorme tela espesa, la cual tenía que mover con mucha dificultad y ahora Facundo se había posado sobre ella, para hacerme la carga aún más pesada.

lunes, 2 de septiembre de 2013

ESE FEO VICIO

Dicen que ese feo vicio se hereda, pues yo discrepo, mi familia lo odia, creo que es más una conexión invisible, discreta, distinta que me acompaña en mis malas rachas y en mis eternas noches de soledad. Dicen que es muy dañino. Sin embargo, he conocido personas más dañinas en este mundo lleno de cantares complacientes, pero siempre infelices. 

Ese flaquito humeante y ardiente se deshace y su cuerpo va desapareciendo en el viento arrastrado cual bolsa u hoja del otoño, a ese al que puedo hablarle sin que me interrumpa y que me oye en completo silencio, haciéndome sentir su centro, su universo. A ese le dedico hoy mi noche en esta humilde prosa. Aumentan más mis ganas cuando al tocarlo se convierte en mi muso, mi inspiración, me regocijo en su eterno olor y lo guardo conmigo.

En muchas oportunidades hemos caminado noches frías, lluviosas, otras hemos llorado, reído, ha sido testigo de tertulias interminables después de hacer el amor con algún amante furtivo momentáneo o eterno, ha estado en mis mejores y peores momentos, he tratado y han tratado de despojarme de él, pero nuestra unión es casi enfermiza simbiótica, cual pareja celotípica y escandalosa. Algunos me proponen hacerlo con clase, con elegancia, pero a mí me gusta así, rústico, original, en su cajita tétrica y desalineada, a veces aplastada por las trochas que lo obligo a recorrer cuando lo llevo en los bolsillos, y él atraviesa paciente todas esas surtideras mías, nuestras, eternas.

Lo conocí a temprana edad, hace ya 14 años y aún me hace vibrar, desnuda mis bajos pensamientos y en oportunidades me arrastra con él a divagar por el viento y lo quiero, lo quiero más. Sé que siempre habrá mística, fidelidad, indecencia y todo aquel sentimiento oscuro que la sociedad no permite, pero que él me deja ser y sentir a su lado.

Esta magnífica noche me acompaña, siempre leal y silencioso, cual lienzo febril de aquel pintor que alguna vez quise esculpir.





jueves, 18 de julio de 2013

MI LAMPARA DE LAVA

Hace unos días tuve que cambiar mi eterna lámpara de lava por una que me brinde más luz (últimamente ando buscando luz de noche). La última vez que la encendí la observe por horas mientras leía, me gusta apreciar como sus burbujas suaves y ardientes se entrelazan, menean sus curvas, se rozan, coquetean, pareciera que iniciaran un rito sexual antes de hacer el amor, como si juntas sanaran esas ansias por amarse, como si tuvieran la suave necesidad de envolverse en tremenda pero deliciosa pasión.

Así fue como me acorde de Lila, una de mis mejores amigas con la que solía desayunar los días que ella estaba libre, es decir después de llevar a los niños a la escuela, ya que vivía para ellos y para su marido, Lila era una de esas mujeres abnegadas, entregadas a ser madres y esposas, pero que olvidaba con frecuencia que aún sentía ganas de ser ella misma. Lila era una mujer muy guapa, pero le ganaban los prejuicios y los complejos que le habían dejado las estrías y celulitis de ambos embarazos; sin embargo, siempre estaba presentable, pero cargaba una mirada triste, la cual a veces la hacía más hermosa, sobre todo cuando andaba distraída. Lila sufría constantes infidelidades por parte de su marido y para colmo este personaje no la dejaba salir a ningún lugar que implique compartir con amigos y hacer vida social, y claro mucho menos conmigo (la verdad nunca entendí porque), lo peor no era eso, lo peor era que no la tocaba, es decir no le hacia el amor, por más que Lila trataba de excitarlo y se ponía los calzones más putos que encontraba, la estrategia no funcionaba, parecía que él tenía la pinga solo para atenciones extra matrimoniales. Lila sufría y el pan francés con el café y yo sufríamos con ella; sin embargo, mi frustración por no poder hacer algo sufría más.

Un día de esos de invierno, Lila llego distinta; con un brillo emancipador en los ojos, sonreía y hasta medio cantaba mientras preparábamos el desayuno. En esos instantes, yo trababa de deducir que rayos le pasaba, mi mente vagaba tratando de imaginar cosas, pensé que quizá al panzón de su marido le funciono la verga, después que la vieja bruja de su suegra murió en un fatídico pero encantador accidente (por cierto, la vieja bruja vivía en la casa de Lila, ¡le hacia la vida imposible!, pinche vieja!) y por último que se había ido de compras, pero jamás pensé que Lila tendría un amante y que este sería el mejor amigo de su marido, esa noticia hizo que mi día fuera más alegre. Lila empezó por contarme como se habían suscitado los escenarios para tal encuentro. Resulta que este señor al que le llamaremos AMANTE (Persona con la que se mantiene relaciones sexuales al margen del matrimonio) llego un día como cualquiera a su casa, necesitaba recoger unas cosas que el marido de Lila había dejado para él, Ella lo atendió amablemente como siempre, pero esta vez le ofreció un café, AMANTE lo acepto de inmediato, conversaron el tiempo necesario para darse cuenta que tenían muchas cosas en común, las cuales ignoraban por completo, a pesar que tenían ya bastante tiempo de conocerse, a raíz de esto quedaron en salir, esas salidas fueron acrecentando su confianza hasta que AMANTE le propuso tener una relación, había encontrado en Lila lo que sea que él buscaba y ella solo quería alguien a quien amar en la clandestinidad, sin reproches, sin cadenas ni compromisos. 

Lila sentía un calor indiscreto y vergonzoso cada vez que lo veía, lo cual la hacía arder en pasión una y otra y otra y otra vez, lo veía por las mañanas después de dejar a los niños en la escuela, ya que AMANTE trabajaba por las noches y solía tener los días libres. Ellos aún mantienen esa relación de desenfreno, lo cual hace vibrar la delicada y hermosa piel castaña de Lila, ella cambió algo muy importante en su vida por el dulce placer de sentirse amada y deseada. 

Desde ese día mis desayunos son más entretenidos y pues pensé que dentro de todo no es tan malo apagar por un tiempo mi vieja lámpara de lava y encender una con mayor luz a ver que pasa.

miércoles, 17 de julio de 2013

LA DULCE VERDAD

A veces admiro tu practicidad querido, me hago la ingenua, me hago la astuta, trato de no mostrar tanto, pero a veces los sentimientos ganan y si, sigo siendo esa mujer que tiene el corazón en algún lugar, no lo perdió, lo tenía por ahí guardado, me muestro y luego me escondo, porque así soy yo, me da miedo, pero a veces también me atrevo, me atrevo a decirte que te amo, pues si te amo, pero ni bien me doy cuenta, cierro mi caparazón y vuelvo a decir que solamente te quiero, me autoevalúo, me desnudo frente a mí, me avergüenzo, me lastimo y pienso, pienso mucho mientras escucho Nocturne de Chopin, vuelvo a retomar la escritura y sueño, sueño con que te destapes algún día, con que me digas esas cosas que mis oídos desean escuchar y luego recapacito, de que sirve me pregunto, sirve de algo?, no, de nada, tu y yo no tenemos futuro querido, somos distintos, la vida nos dibujó una línea gruesa en el camino, me paro, enciendo un cigarrillo, camino, vuelvo a escribir, lo pienso, lo pienso mucho, vuelvo a la escena inicial del idilio, donde nos encontrábamos, donde me decías aquellas cosas que nuevamente anhelo, pero las escucho y se pierden, vuelan, se desvanecen, mi mente corre tras de ellas, pero no, no las alcanzo, he ahí nuevamente la imagen de tu rostro, me atrapa, me condena, sonrío y sigo soñando. Encuentro unas líneas dichas en algún momento, las releo…

El: de videojuego en videojuego dominaremos el mundo

Ella: para que dominar el mundo, cuando puedes dominar el calor de una caricia mientras recibes un beso

El: me has hecho acordar una canción de Cerati: “si el lenguaje es otra piel/ toquémonos más/ con mensajes de deseo…”

Ella: y he ahí lo sublime de comunicarse mediante lo escandalosamente excitante

El: la lengua es un musculo versátil

Ella: la lengua es lo que quieres que sea según donde la pongas

El: y no nos olvidemos de los labios, los dientes…que también pueden ser bastante útiles

…sigo soñando, pongo en manifiesto mi frustración, me emociono, lloro con ansiedad, con furia, las anhelo, anhelo esas frases. Ya son las 11 de la noche, es hora de hablarte virtualmente, entro en sesión, conversamos, mientras sigo pensando en tu fría practicidad, me acurruco cada vez en mi manta, ya empezó el invierno en lima y se me congelan los pies, así que me acurruco más. Te imagino abrigado con tu rostro soñoliento frente a la computadora, hablamos, me cuentas sobre tu día, mientras yo solo quiero que estés aquí, empiezas a hacer las mismas bromas sarcásticas sobre el amor libre y lo feos que son los matrimonios, yo sufro. Me hablas acerca de una foto de algunos meses atrás, una foto donde salimos entrelazados después de hacer el amor, te ríes y me dices que la guarde bien, no te interesa, te digo que a mí tampoco, vuelvo a mentir, pues me interesa mucho, todo lo que nos pasa es importante para mí, pero sigo fingiendo que lo nuestro no existe, porque a la larga la línea gruesa sigue creciendo como un cáncer maligno que carcome la poquita felicidad que queda, pues entonces bastaría ponerle morfina a los momentos finales de esto que algún día llamaste relación, te amo pero no lo digo, me vuelvo a ocultar, esta es mi dulce verdad.

lunes, 17 de junio de 2013

ME DECLARO CULPABLE

Nunca he sido buena expresando lo que siento,me doy vueltas en el asunto y empiezo con una ametralladora de preguntas, intentando saber si quedare en ridículo y escojo finalmente no decir nada y sigo callando o de lo contrario lo escribo, después viene el dilema de si te doy el escrito o me lo guardo también, casi siempre me lo guardo y lo escribo en uno de estos rincones donde tu no te sueles asomar; en estos muros fríos y en mis viejos cuadernos de apuntes, ahí se quedan todas las cosas que muchas veces intento que escuches. Sin embargo; tu me conoces tan bien que con solo mirarme ya sabes que es lo que pienso y terminas diciendo que grandes y hermosos ojos tienes, que ternura me da eso gordo, no sabes que bien y que mal me siento a la vez, pero en agradecimiento mientras escribo estas lineas que se que jamas leerás a menos que yo misma te las lea y mientras me fumo un cigarrillo clandestinamente en la ventana de la sala, vuelvo a tu habitación y te susurro al oído que te amo, pues si gordo te amo. Te amo porque te has convertido en muchos personajes al mismo tiempo en estos últimos ochos años, eres mi amigo, mi hermano, mi padre, mi esposo y ahora el padre de mi hijo, gracias por regalarme todas tus facetas gordo.
Me haces muy feliz cuando al llegar del trabajo aun tienes fuerzas para saber de nosotros y contarnos algún chiste o algún chisme gracioso, por eso me cago de miedo al solo imaginar que puedo perderte gordo, en estos años he aprendido mucho contigo, aprendí que aun hay gente buena y hombres buenos, aprendí también que me casaría mil veces mas contigo, nos ha ido bien en el recorrido, mas que todo somos amigos y eso vale, vale el solo tenerte gordo.
Ahora después de todo lo que he escrito lineas arriba, la voy a cagar aquí, lineas abajo, uno no manda en el corazón gordo y tu lo sabes, tu me conoces desde que era una niña, tu podrías saber que estoy pensando cuando lo hago, por eso muchas veces cuando me preguntas: que piensas muñeca?, entro en pánico, porque no sé si tu ya descubriste que es lo que realmente estoy pensando, yo te amo gordo y jamas te dejaría, eso ya lo hablamos muy firmemente, pero duermo en otra cama y eso a veces me pesa, me pesa saber que lo mejor seria que duerma en la tuya, sincera y fiel, pero yo soy distinta gordo, a mi me gusta sufrir, me gusta dormir en la cama de otro, pero esa es mi manera de querer. 
Soy culpable gordo, me declaro culpable, por eso a veces solo te miro de lejos mientras duermes, te observo y me siento miserable consumiendome junto al tabaco que para mi es nocivo, no quiero hacerte sufrir gordo, por eso no me caliento en tu cama, prefiero calentar la cama de el, que ya tiene el corazón roto, que mas da si lo golpeo o si me golpea el a mi, eso no importa, solo importas tu gordo, solo importa que tu estés bien, nunca me dejes gordo, que ahí si ya ni el cine, ni los libros, ni los óleos, ni la trova, ni el vino, ni la droga, ni ninguna de mis mas bajas pasiones me salvaría, no me dejes morir sola gordo, se que soy egoísta con lo que te pido, pero acompañame a agonizar gordo, te prometo ser todo eso que tu me das, ser tu amiga, tu compañera, tu hermana, la madre de tu hijo, prometo que no te haré miserable, te amo gordo y me declaro culpable.

domingo, 16 de junio de 2013

EL NUNCA MINTIÓ 

Inicios:
Necesitábamos curar nuestras heridas, cada quien venía bastante dañado de una relación anterior, sin embargo nos arriesgamos, el siempre fue sincero y dijo que por un largo tiempo no quería nada estable, cuando empezamos a salir me advirtió una relación libre, donde cada quien pudiera tener la elección de tener sexo con alguien mas, pues yo de una manera bastante entusiasta le dije que si, que aceptaba tales condiciones, total yo tampoco quería una relación formal por el momento, he AHI mi problema, "por el momento", el momento se convirtió en salidas con fecha y hora estables, con sentimientos, con "te quieros", con "no dejo de pensar en ti", con mensajes de texto y todas esas cosas que hace uno cuando va cultivando una relación a futuro. Futuro?, cual futuro?, ese me lo forme yo en mi mundo raro y estúpido, creé un idilio en mi cabeza, empece a creer que era la única en su vida y en su cama, volaba cada vez mas alto y con cada beso, caricia y palabra bella fortalecía mi falso pensar.


Conversación en el café:
Reíamos como siempre, hablábamos de todo un poco, comentando lo que habíamos hecho durante la semana, hasta que se me ocurrió preguntar lo que jamas hubiera preguntado... - has estado con otra mujer durante el tiempo que llevamos saliendo?, y ahí se quebró nuevamente lo que ya había reparado después del daño, no se si fue mi ilusión, mi autoestima, el creer nuevamente, no lo se en verdad, pero se quebraron muchas cosas al mismo tiempo, - si, he tenido sexo con cuatro mujeres, las mismas mujeres que solía ver antes de conocerte.


Primera cita: 
Los nervios me turbaban, sin embargo lograba que casi ni se notara, además percibía que el estaba mucho mas nervioso que yo, pensé que era encantador, era lo que buscaba, un hombre inteligente, tímido, de muy buena conrversación. A pesar de su tartamudez, yo estaba feliz escuchando todo lo que me contaba, dentro de todos los temas salió el tema sexual, muy normal por cierto entre dos personas que desean iniciar algo, le conté acerca de mi, el sexo para mi siempre ha sido muy rutinario, la onda de tener pareja y pues llevar una vida sexual ya sea agitada o sedentaria, sin embargo; el me comento que esa parte de su vida se había hecho realidad gracias a distintas mujeres que conoció a través de internet, por las cuales solo sintió deseo en algún momento y que a muchas ya había dejado de ver, pero sin embargo; aun mantenían comunicación virtual con otras, me sentí privilegiada al saber que era la primera mujer con la que empezaría a salir constantemente y pues con la que tendría sexo constante también.


Conclusiones:
El nunca me mintió, desde un inicio advirtió el sexo libre, mi cabeza se hizo demasiadas ilusiones ópticas y auditivas, pues mire y escuche lo que quise, sin embargo las cosas ocurrían de otra manera...y ahora estoy nuevamente aquí, donde todo empieza, confundida, arrastrada por el desamor, destruida...pero sin embargo lo sigo queriendo, el nunca mintió...

domingo, 21 de abril de 2013

SUSURRANDO TU NOMBRE

Cuando era pequeña disfrutaba mucho de leer distintos argumentos, recuerdo que a mis cortos cinco años, pude leer entre líneas y dificultosas pronunciaciones el libro que por siempre recordaré “El Caballero Carmelo”, mi abuelo en el sillón principal de la sala era el único espectador y oyente de mi torpe pero muy esmerada manera de leer, a veces sonreía y otras escuchaba atentamente corrigiendo algunas de las pronunciaciones, y yo; yo a él nunca le pude refutar, como lo hacía acaloradamente con otros, él era y es mi adoración, solo asentía con la cabeza y continuaba con mi prosa, pasábamos muchas tardes juntos y envueltos en nuestras entretenidas lecturas, otras viendo películas mexicanas a blanco y negro, escuchando uno que otro bolero de algún cantante, que hasta ahora la gente recuerda. Sin embargo, hoy por la tarde a sus 87 años el leía un documento en voz alta, haciendo su máximo esfuerzo por pronunciar bien, tratando de mantener el papel sin temblor alguno y dar lectura por sí mismo, con una frustración enorme y ya casi derrotado me miro y yo le dije: “gracias por dejarme oír tu voz”, mientras tomaba el papel y continuaba la lectura.

Al llegar a casa, busqué entre mis polvorientos libros al “Caballero Carmelo” y susurrando el nombre de mi abuelo le dije “no te rindas”, yo te recuerdo altivo y valiente, vamos Pablo tu siempre has sido mi fuerza, mi luz, mi amor, mi vida, eres el hombre más importante, eres ese hombre que revolotea sus alas y sigue de pie ante las adversidades, el que vio morir y despidió a su hijo con el pecho henchido y la frente en alto sin dejar caer lágrima alguna delante de tanta gente, ese que me decía que no llore mientras lo vestía, ese que desde que murió su esposa sigue de pie, siendo un padre ejemplar para sus hijos, claro los que le quedan, y visita a cada uno de ellos cada vez que lo cree necesario, ese que aún se sienta a escucharme, claro que ahora ya no mis prosas ni mis libros, sino las líneas que describen mi vida, mis penas y mis alegrías, ese que me abraza y me besa cada vez que llego y cada vez que me voy, no te rindas viejito, tu solo me has enseñado a ser valiente, y valiente siempre te recuerdo. 

Comprendo que empezaremos a recorrer un sendero distinto, tomados de la mano y del corazón, manteniendo esa calma que siempre me inculcaste y ese amor que a pesar de mis malos ratos y mis malas experiencias aún guardo, gracias Pablo por revolotear mi vida cada vez que te miro, cada vez que observo una a una las arrugas de tu piel, derrochando tanta sabiduría, gracias por esos ojos que aún gastados son recontra sinceros, gracias por cada una de esas lisuras que dices cuando estas sorprendido o en pocas oportunidades molesto, gracias por ese chisme que por ahí te enteraste y que me hacen el día, gracias por ser mi más fiel y amado compañero.

martes, 9 de abril de 2013

RETRATOS MENTIROSOS

Desde muy pequeña he convivido con más varones que mujeres, mis primos; todos varones, mi abuelo; que fue como mí aliado, mi mejor amigo hasta ahora, de mujeres pocas; mi madre, mi tía y mi abuela, pocas pero bastante significativas, empiezo escribiendo esto por lo siguiente:

Hace poco conversaba con un buen amigo y este me preguntó si yo tenía un paño de lágrimas, es decir; esa amiga que casi todas las mujeres tienen a la cual le cuentan sus “cosas” y necesitan como aliada, como cómplice para victimizarse y vengarse de esos “malditos” que las hacen sufrir. Pues le dije que no, que no tenía un paño de lágrimas, porque primero; detesto eso de las mujeres y segundo porque prefiero un amigo. Dejó de comer, soltó sus cubiertos y dijo: - yo tampoco entiendo a las mujeres, eso me causó mucha risa, porque quiera o no, yo también soy mujer, aunque tampoco las entienda, le dije que no creía necesario ser la víctima; y pues prefiero un amigo porque los hombres de mi casa siempre han tenido el consejo preciso, con las palabras exactas y con esa mirada firme que transmite seguridad; a veces pienso que eso me hizo así, como dice mi abuelo, algo diferente. 

Ahora volviendo al inicio las mujeres de mi casa, sobre todo dos de ellas se han quejado de los hombres desde que tengo uso de razón, primero mi abuela, mis abuelos como toda pareja antigua, pues vivían una relación a la antigua; sin embargo mi abuela se quejaba constantemente de las infidelidades de mi abuelo, cosa que me molestaba demasiado, no por las infidelidades, sino por las quejas de mi abuela, yo me preguntaba y hasta ahora me pregunto, que rayos hacen viviendo con un hombre infiel, y si viven con él, entonces no se deben quejar. Por otro lado muchas personas dirían que antes las mujeres no se separaban de sus esposos por varias razones sociales que ahora pues no tienen necesidad de soportar, en fin, esa es la historia de mis abuelos. 

La segunda mujer que se quejaba, en este caso de mi padre, fue mi madre; mi madre, vivía sumida en un mundo de incomodidad, casada con ese hombre ordinario al que no soportaba en muchas ocasiones de la vida cotidiana, nunca le escuche queja de que sea infiel, sus quejas eran por sus malos modales y su mala forma de comportarse en público, claro estaba, mi madre venia de una buena familia y este señor era uno más de la avalancha sureña que migro a lima. Ahora, porque se casaron, esa es una historia bastante larga que prefiero evitar, pero lo que me alivió en aquella época fue que esta magnánima mujer; mi madre, abandonó a este pobre diablo, bueno abandonó entre comillas, porque esta alimaña se fue con otra mujer, dejándonos a nuestra suerte, en fin esa también es otra historia larga, de la cual me siento muy orgullosa. 

Finalmente mi tía, mi tía; una mujer rebelde, pero con un corazón más puro que el cielo, se casó con un señor proveniente de la sierra del país, al cual toda mi familia tacha desde que tengo memoria, pues nadie lo quiere, primero; porque es “serrano”, eso dicen mis abuelos, cosa que bueno no discuto, cada uno tiene sus ideas, aunque no estuvieron muy equivocados con la frase constante que escuche en ellos siempre: “serrano que no pega, no es serrano”. Digo que no estuvieron equivocados por lo siguiente: esta mujer de carácter rebelde, se fue con este hombre a vivir su más ingrata experiencia; pasó una vida miserable, de trabajo, tuvo muchos hijos y le propinaban una paliza todos los fines de semana sin falta, sin embargo; esta fue la única mujer que no se quejó, a la que jamás escuche hablar mal, ni quejumbrosamente de su marido, cuando pienso en ella muchas veces quedo en la incertidumbre si dentro de todo fue feliz, pues a veces dicen que cada uno es feliz a su manera; ya que, hasta ahora vive con él, tiene hijos, nietos y hasta un bisnieto, mi tía; esta mujer de corazón bonachón siempre sonríe, siempre. 

Escribí esto después de un domingo que pase en casa de mi madre, donde hay un óleo que retrata a mis abuelos el día de su boda, donde mi madre guarda aun con afán un álbum empolvado de su matrimonio y donde hay también una foto mía en la boda de mi tía puesta en un cuadrito sobre una mesa de fotos que tiene en la sala principal de la casa. Pues que retratos para mentirosos, a veces me pregunto si esas mujeres tuvieron “paño de lágrimas”, porque si fue así, no les funcionó la venganza ni la tragedia.

viernes, 22 de febrero de 2013

CARTA PARA QUE ME ODIES


Querido: 

Si te dijera que todo lo que ves en mí no existe, si te dijera que todo es una farsa, si te dijera que soy una mala persona, una muy mala persona, estoy segura que a pesar de eso seguirías amándome, muéstrame hechos dirías, pues te conozco tanto, que sé que hasta reirías y dirías que estoy loca, hasta dirías vamos a hacer canchita y ver una película, porque sí, esas son tus frases; sobre todo cuando quieres huir de una situación incómoda. 

A veces pienso que me idealizas demasiado, que crees que soy la mujer perfecta, esa mujer que ahora espera un hijo, la familia ideal verdad?, pues esa familia ideal no existe, porque yo no soy quien crees, yo no soy esa niña de 17 años que conociste un día, esa que ya desde entonces tenía el corazón a doble cara, ahora soy peor, ahora me he perfeccionado, soy una loba disfrazada de cordero, siempre actuó y lo hago muy bien, todos me creen, todos piensan que sigo siendo dulce, sin embargo no sabes todo lo que pienso yo mientras duermes, no sabes todos los perdones que te pido, no sabes cuantas ganas tengo que me mires, que me mires bien y te des cuenta que soy mala, que puedo ir mas allá de lo perverso. 

Unas veces puedo ser infiel, otras pensar en cómo desaparecer a tu familia para que deje de hacerte la vida imposible, otras en inventar que eres una mala persona para dejarte y que nadie me culpe por eso, otras busco cada excusa para mantener mis mentiras y poder tenerte a mi lado eternamente, y así otras y otras alternativas que se me ocurren, que voy forjando maquiavélicamente, porque esta soy yo, una máquina de cometer errores y maldades para hacer sufrir, no tengo suficiente con hacer infeliz a mi madre y hermana, también quiero hacerte infeliz a ti, porque soy egoísta, porque solo me quiero a mí, a nadie más puedo amar. 

Vamos querido voltea y observa como he consumido tu vida, como te tengo atrapado en estos tentáculos de pasión fingida, de familia ficticia, esa que solo existe en tu cabeza, pues a tu alrededor ya muchos se dieron cuenta, pero eres ciego y eso me gusta, me sigo haciendo fuerte, aun puedo doblegarte, aun puedo lograr que sigas amando a esta presuntuosa mujer que creció a tu lado, a la que forjaste según tú de amor, pero estabas equivocado, yo te forje para mí, yo te amolde a mi mundo, a mis mentiras, a mis chantajes, ahora me perteneces, ya no habrá mujer o persona que te salve, ya no habrá mundo para ti, tu universo soy yo y tú eres el que espera en soledad…

viernes, 15 de febrero de 2013

LLEGÓ UNA EXTRAÑA



Hace unos días estaba en casa, como suelo estarlo los últimos meses, parecen días de invierno, como aquellos inviernos en los que uno solo quiere estar en cama o escribiendo y tomando sopa artificial, con la diferencia que es temporada de verano; mantengo el aire encendido, suelo ir al súper quincenalmente y cocinar a diario lo que se me ocurra mezclar, algunos pensarían que es una vida sola y hasta triste, pero la verdad me siento muy cómoda así. Veo películas de esas, sin final feliz y lloro a veces fantaseando ser la protagonista, me levanto al baño rascándome el trasero, con la seguridad de que nadie me está mirando, pero quien podría hacerlo, si estoy sola y no digo que estoy sola porque me sienta así, estoy sola porque yo soy así.

Pues uno de estos días grandiosos sonó mi teléfono, al levantar el auricular, era ella, ella con su voz tan perfecta, seguía siendo la misma, tenía aun ese talento de sonsacar cuales eran tus planes, antes de que pudieras inventar algo para evitar su visita y de pronto terminaba diciendo: - llego en media hora.

Rápidamente empecé a arreglar el departamento, teniendo mucho cuidado de que todo esté en perfecto orden y muy limpio, escondiendo cosas en algunas gavetas y otras dentro de los cestos de ropa sucia, desempolvando los mostradores de alguna manera rápida y poco torpe, para que pareciese estar todo reluciente.

Al sonar el timbre sentí ese escalofrío que uno siente en el estómago, cuando te presentas a una entrevista de trabajo o cuando tienes que dar un discurso frente a 300 personas, ese que te puede petrificar en algunas ocasiones, decidí respirar hondo y abrir la puerta.

Al verla fue como una luz, algo que no veía hace mucho, hermosa, altiva, siempre elegante, con ese cabello perfecto y ese rostro precioso. Solo me miro y sonrió, mientras yo hacia el ademan para que pase. Se dirigió a la sala, se sentó, se puso cómoda, pero algo en ella no estaba igual, no sentí ese calambre en el estómago, ni sus ganas de criticar todo lo que veía, como casi siempre lo hacía, no vi ese ímpetu por hacerme sentir mal de alguna manera, me miró con pena y a veces con desconsuelo, conversábamos cosas vanas; cosas que conversan dos personas que se encuentran en medio de la calle y sienten que ha pasado mucho tiempo. Empezaron esos silencios incómodos esos que quizá a veces es bueno evitar; en ese momento quise explotar y decir y gritar todo lo que había maquinado durante el tiempo que pase sin verla, pero sin embargo pensé en la frase que repetía mi abuelo constantemente: “hay cosas que simplemente YA NO se deben decir”.

Cuando empecé a percibir esa incomodidad cada vez más frecuente la invité a cenar, puse la mesa, mientras hablábamos acerca de mi hermana y de sus planes a futuro, serví la comida y dos copas de vino, la invite a sentarse, cenamos casi sin hablar, hasta que dijo que la cena estaba exquisita, luego alegó que su visita fue solo para cerciorarse de que no estuviera más flaca de lo normal y que todo esté en orden. Finalmente me di cuenta que aún conservaba algo de su esencia, pero era algo muy mínimo, no hubo críticas, ni señalamientos, ni culpas, ni llanto, ni discusiones, ni nada que se le pareciera. A mi casa había entrado una extraña y no me di cuenta, cene con una extraña y no sé cómo apareció ahí. Esa mujer no era mi madre, esa mujer era una extraña.

lunes, 28 de enero de 2013

YO PREFIERO UN AMANTE

Desde niña me gustó mucho la palabra “Amante”, aunque a veces creo que no fue buena idea crecer pensando que era algo espectacular y profundo, o tal vez si, bueno el punto es que mientras fueron pasando los años, empecé a creer con mayor afán en esa palabra, no miraba a los chicos de mi edad, porque simplemente me parecían muy tontos, yo quería alguien completo y pasional, alguien grande, diferente. 

Fue entonces así que empecé a tener relaciones amorosas con hombres mucho mayores que yo, hombres de los cuales aprendí lo necesario y que hasta ahora mantengo como amigos, pero hubo uno en especial, uno que logró que fuera realmente su amante, no por la forma en que hacíamos el amor, ni la forma en la cual nos amábamos, aunque suene redundante, fue porque él estaba casado y yo era eso, su “Amante”. 

Javier y yo nos conocimos de una forma muy particular, como de película, nos chocamos en la calle sin querer y el botó mi café, para lo cual tuvo la amabilidad de comprarme otro y me acompaño a beberlo, yo por mi lado, dejé de ir a la clase que debía y me quedé con él, era muy apuesto y sobre todo mayor, él tenía 36 años y yo bordeaba los 20, era muy excitante para una chica de mi edad, sobre todo al ver una circulina dorada en su dedo anular, “casado”. Durante la conversación aquella tarde compartimos muchas cosas acerca de ambos y me dejó muy en claro que tenía una esposa e hija, que era muy feliz, pero que sin embargo había tenido una que otra aventura amorosa, pues yo le di a entender que eso a mí no me molestaba, “atrevida”. 

Al pasar las semanas Javier y yo estábamos envueltos en una relación amorosa clandestina, llena de llamadas rápidas y ningún mensaje de texto (su mujer podía encontrar alguno), nos veíamos una o dos veces por mes, en los mejores hoteles de lima y comíamos en buenos restaurantes, la verdad siempre pensé que lo hacía para compensar el poco tiempo que me brindaba. Luego las salidas eran más seguidas, las llamadas más largas y empezaron a llegar los mensajes de texto, aparecieron esos reclamos que la gente llama celos y hasta discusiones sin sentido, empezábamos a ser una pareja normal y eso me horrorizaba, de pronto empecé a decirle que no tenía tiempo, que el trabajo me tenía exhausta, inventaba más excusas para no verlo, empecé a sentir que estaba perdiendo a mi Amante y ganando un hombre común y corriente, celoso y posesivo. 

Un día saliendo de la universidad recibí una llamada y era una mujer, que empezó a hablarme muy pausada, diciendo lo siguiente: “no te asustes que no quiero hacerte ningún escándalo, yo conozco a mi marido y no es la primera vez que me hace esto, pero por favor quiero que sepas que él tiene una familia y te agradecería que te alejes, no pierdas tu tiempo”, esa última frase me sonó durante horas en la cabeza “no pierdas tu tiempo”, y si, era exactamente lo que debía dejar de hacer, automáticamente llame a Javier y le dije: no puedo perder mi tiempo, tu mujer tiene razón, yo solo quiero un amante, no un esposo, ni un padre, en ese momento solo lo escuche decir: “qué?”. 

Hasta ahora le agradezco a esa mujer, que bueno sigue con su “Esposo”, al cual hasta ahora veo de vez en cuando, comemos, charlamos y nos contamos vivencias, claro como amigos. Pues hay hombres que no pueden ser amantes, siempre quieren tenerlo todo, y yo no soy de esas mujeres, yo prefiero un AMANTE.