lunes, 31 de diciembre de 2012

MI VALENTIN


Recuerdo un día de “san Valentín” en el cual salimos a hacer todo ese ritual que hacen las parejas creyendo que a las mujeres “nos gusta”,  empezó por la tortura de ir en auto con asientos de cuero hasta el parque del amor y hago alusión a los asientos de cuero porque me quemaba todo el cuerpo, encendido por ese ardiente sol de febrero y sin aire acondicionado, por lo cual sólo me quedaba sonreír todo el tiempo, baje del auto y pensé que el suplicio habría culminado, pero no, estuve sentada en una banca de aquel parque llamado “del amor” durante tres largas horas, soportando a los vendedores de flores que se acercaban a cada momento, gracias a los cuales tuve que caminar parte del lugar cargando un ramo de aquellas y un globo platinado que me dejaba ciega con los rayos del sol. No olvidemos que almorcé horas después de mi horario normal de comer y regresé acalorada y con mucho cansancio de ver tanta gente patética caminando con sus florecitas, sus globitos y sus peluches.
Después de tantos años de conocer hombres que trataban de “halagarte” de alguna manera ESE día de san Valentín, después de tantos años de tortura, parece que al final mi día de san Valentín cambiará. Hace unos meses conocí a Josué, un hombre delgado, claro, de ojos pequeños, labios rosados y escaso cabello, con el cual empecé a salir repentinamente gracias a un encuentro casual, encuentro en el cual conversamos por 5 horas consecutivas en un restaurant de larcomar, un restaurant relativamente caro al cual lo lleve a propósito, esperando saber su reacción al pagar la cuenta, una señal importante para mí, no por el dinero; sino por otros aspectos. Fueron unas horas estupendas llenas de risas, recuerdos de la noche en la cual nos conocimos, besos y tocamientos algo indiscretos, dentro de toda la tertulia, llegamos al tema de san Valentín y fue el primer hombre que se atrevió a decirme que odiaba ese día, lo dijo sin reparos y eso me dejo sorprendida, me encantó. Con el pasar de los días y las semanas, seguimos saliendo, compartiendo aventuras, las cuales las escribiré en algún otro momento, pero dentro de aquellos días mientras retozábamos en la cama después de hacer el amor, el me comentó acerca de una canción llamada “MY VALENTINE”, desde ese momento sentí que todos nuestros días serian nuestro Valentín, que todos los días viviríamos nuestra relación de tal manera que no tengamos que celebrar aquel día en el que todos creen que le debemos hacer un ritual a las flores, globos, chocolates y peluches. Sentí que todos nuestros momentos felices son nuestro Valentín.

jueves, 6 de diciembre de 2012

FRAGMENTOS II: enfermizo amor

Azul se pasaba los días en su sarcófago como ella le llamaba, prendía el televisor por momentos, encendía un cigarrillo, caminaba por el departamento observando las fotografías de años pasados por todos los mostradores de la casa, pensaba todo el tiempo en facundo, su rostro reflejaba una sonrisa para cada pensamiento, pensaba en sus condenados calzoncillos de marca; esos que se veían tan sexuales y a la vez pensaba en su estúpida manera de actuar cuando estaba celoso, aún tenía el brazo marcado con sus dedos del último zarandeo tosco y sin motivo, desvió la mirada hacia el cuarto de baño y recordó… aquel día en la facultad de la universidad, hijo de puta pensó, recordaba la escena tan vívida que la excitaba de sólo pensarla; las últimas compañeras acababan de irse, él la cogió de la cintura y la llevó hacia el cuarto de baño casi cargada, la puso de espaldas hacia él y mientras le subía el corto vestido, le cogía los pechos, rápidamente bajo sus medias; mientras el sacaba su miembro, la apoyo contra el inodoro y arremetió su pene analmente, Azul dio un grito mezclado de dolor y placer, el automáticamente le tapó la boca y siguió dándole embestidas hasta eyacular, luego la abrazo y le dijo, si tú quieres sexo fuerte, eso vas a tener, así no buscarás a nadie más que yo para tocarte, te amo Azul. De pronto se escuchó una claxon en el fondo y una voz que decía: Azul ya baja!!!, que hoy nos toca electrónica…

FRAGMENTOS I: inicios

Mientras realizaba el trabajo de investigación, nuestras miradas se cruzaban todo el tiempo en ese salón de clase, mi celular no paraba de palpitar mensajes de texto y mensajes instantáneos, diciendo lo sexy que me veía, era muy excitante; no dejaba de mirarlo y pensar en lo perfecto que era su cuerpo dorado y fornido, muy aparte de aquel terno azul y esos gemelos dorados, lo cual hacía mucho mejor el panorama. De vez en cuando se acercaba y me preguntaba cómo iba con el trabajo, pero luego casi susurrando decía espérame hasta el final que yo te llevaré a casa, era la última en irme, lo esperaba hasta que de la última sugerencia a uno de esos alumnos que no perdía oportunidad de mostrar que se preocupaba por su trabajo y hacerle un ritual al profesor diciéndole lo bien que enseñaba, detestaba eso realmente, me parecía patético. Al terminar su amena charla con dicho alumno con ambivalencias inculcadas por la ambición de notas y puestos de reconocimiento, procedíamos a irnos, me decía: “bueno ya es hora” y hacía los gestos que yo ya conocía, aquellos que significaban que ya era hora de irnos. Ya en el auto y después de haber recorrido todo el campus universitario, me decía: “no puedo creer que seas tan joven y estés con una persona ya tan gastada por esta vida, dime una cosa ¿eres feliz conmigo Azul?”– si Facundo por supuesto que lo soy…encendió el auto y nos pusimos en marcha a casa…

lunes, 29 de octubre de 2012

UN WISKY Y UN PISCO CON RED BULL

Salíamos de una reunión de ex alumnos, donde prima el egocentrismo, la arrogancia y esas estúpidas ganas de querer tener el mejor trabajo entre todos los presentes, nos dispusimos a tomar un taxi, ya que íbamos ambas a un punto en común, ella a verse con un amigo y yo a una reunión de cumpleaños, durante el trayecto, me comentaba que se sentía miserable, que ya quería dejar de ser tan lesbiana y poder tener una bonita relación con este hombre, al cual vería, el que ha propósito era un tipo muy amable y considerado con ella. Yo solo atinaba a escucharla y a tratar de comprender su mala articulación al hablar, por los efectos del alcohol, ella lloraba y decía que se sentía fea y que no sabía quién era, sequé sus lágrimas y automáticamente saqué maquillaje de mi bolso, empecé a maquillarla, lidiando con el movimiento del carro, luego tome el celular y le hice una foto, mostrándosela le dije que era preciosa.
Llegamos al punto en acuerdo, me baje del auto y ella siguió de largo a su reunión, no supe de ella en algunos meses más, ya que dejamos de comunicarnos. No recuerdo como, pero meses después empezó a ir a mi casa y luego empezó a trabajar en el mismo lugar que yo, siempre insistía en llevarme a una discoteca muy concurrida por personas de distintas opciones sexuales, y yo le daba vueltas al asunto terminando por rechazarla, dejando así en ella la duda, de que si no quería salir con ella o de que quizá era una maldita homofóbica, pero eso no me importaba, la verdadera razón era que mis fines de semana estaban muy ocupados por un antiguo enamorado que estaba volviendo con fuerza a mi vida.
Pasaron semanas, dentro de las cuales ella me contaba muchas cosas acerca de su vida, historias pasadas, tanto como actuales, me presento a su “mujer”, íbamos a cenar a su casa y nos hicimos muy íntimas, empecé a sentir cierto afecto por ella, tanto que me preocupaba como estaba algunos días, ya que ella solía deprimirse con facilidad. El tiempo transcurría y la amistad se iba ampliando, un sábado que podía ser patético, ella me escribió al móvil, preguntándome que me encontraba haciendo, le dije que me disponía a abrigarme y dormir, me dijo, necesito salir, vamos acompáñame, iremos con Josué, y ahí empieza a enlazarse la historia, resulta que Josué era el chico de quien me contaba constantemente, del cual también ella estaba muy segura no miraría a otra mujer que no sea ella y que la esperaría fielmente, hasta que ella decida mirarlo, ese del cual me hablo en aquel taxi algunos meses atrás. Finalmente decidí salir, nos encontramos con Josué en un centro comercial muy concurrido en el corazón de Lince, para después irnos a un bar gay y por ultimo terminar en una discoteca gay, desde que vi a Josué, fue como si una sensación extraña anticipara que algo sucedería esa noche, pero sin embargo, yo solo había salido dispuesta a divertirme, ya que días atrás mi supuesto retorno con mi ex, no había dado resultados muy favorables, en fin esa es otra historia, esa noche fue una de las noches más extrañas de mi vida, llegamos a aquella discoteca, donde yo me sentía muy perdida en un inicio, era como imaginarse una jauría de perros en celo, mirándose unos a otros, sin importarle los sexos y simplemente seguían sus instintos, besándose, entreverando sus lengua, que eran a la vez tan visibles, sin embargo, me sentía segura por la amabilidad de ambos, de mi buena amiga y de Josué, simplemente me deje llevar, pasaban las horas y bien el alcohol iba subiendo poco a poco, pues cuando eso sucede, casi siempre tengo la fantástica idea de que un cigarrillo lo bajará, así que decidí pedirle a Josué por favor me acompañara a fumar un cigarrillo fuera de las instalaciones de aquel lugar donde prohíben fumar y automáticamente pensé, donde quedaron aquellos bares donde tomar un pisco no era un cliché y fumar un delito, finalmente salimos y estuvimos conversando en lo que acaba mi cigarrillo, automáticamente después de ese instante solo recuerdo que estaba besando a Josué y verdaderamente no recuerdo como sucedió, después me vi dentro de la discoteca bailando en medio de una turbulencia de gente agitada, sujeta del cuello de Josué, dándole la espalda y meneando mis caderas sobre su pene erecto, como si estuviéramos preparándonos para una fogosa noche sexual o quizá tratando de ganar en un concurso de la “zorra de la noche”, a los instantes me encontraba besando a una chica, lo cual tampoco sé cómo pasó, lo único que sé es que nos sentamos en un sillón los tres, mientras Josué y yo nos acariciábamos las manos. En algunos instantes más salimos de aquel lugar y nos dirigimos cada uno a sus respectivas casas, durante el camino y con la borrachera ya distante, mi amiga me explicaba detalladamente como había dado a parar en cada una de esas situaciones extrañas dentro de la discoteca, al parecer, un wisky, y un pisco con red bull, me hicieron una mala pasada, finalmente ya tranquila en casa, pude comprender que ese día que tanto evite inicio algo de lo cual estoy disfrutando, ya que hubieron futuras salidas con Josué, pero eso ya es otra historia.

PERDIDA Y FACU

Estaba en el auto de Facu escuchando una canción de Silvio Rodríguez la cual me dedicó un amigo, era el resumen de la noche posado en tus ojos, cuida bien tus estrellas mujer, cuida bien tus estrellas…lalalalala, de pronto lo veía venir por el espejo retrovisor, con su sonrisa siempre fija y sus gestos coquetos con sus alumnas, abrió la puerta me besó y me dijo, me debo a mis alumnas mujer mía, pero ninguna mirada como la tuya, ni otros ojos como los tuyos, como si supiera que había estado mirándolo, subió, puso en marcha el auto y dijo bueno, bueno, hoy somos sur chico…!!! , mientras íbamos por la carretera saco casi medio cuerpo por la ventana y gritó: si esta mujer se casa conmigo seria el hombre más fiel del mundo, los chicos y chicas de los demás autos lo miraban, comentaban entre ellos y se reían mucho, era viernes por la tarde, por lo tanto todo lima se trasladaba a una famosa playa sureña, bastante concurrida y de alta sociedad, Facu y yo no adorábamos esa playa, pero íbamos porque era cumpleaños de su mejor amigo Ricardo; él era un hombre alto, buen mozo, tenía una belleza italiana innata, estaba dedicado a los negocios de importación y exportación, bastante cotizado en el momento, pero su defecto y debilidad eran las mujeres, no había mujer que no se le escape a Ricardito, que por cierto era muy amigo mío también, fue mi profesor de francés en el colegio. Al llegar Facu bajó del carro y abrazó a todos esos cabrones como él los llamaba, habían seis chicos y dos chicas, todos en medio de un éxtasis de abrazos, besos y palmetazos, al voltear dentro de mi distracción sentí un cuerpo abalanzándose sobre mí y era Ricardo llenándome de besos, ya casi estaba predispuesta a eso, él era algo así como mi hermano elegido, - Azulita, pero que mujer para más hermosa, discúlpame maricón, pero a que no esta buena?, Facundo solo reía y me miraba, se acercó me cogió del talle y dijo sí buenaza, pero mía, y yo me sentía la mujer más perdida del planeta.

domingo, 28 de octubre de 2012

AHÍ ESTAS TU


Ahí estas tú con tus ojos siempre fijos y a la vez tristes, aquellos que  me miraron por primera vez a través de una fotografía, ahí estas tú y me acaricias con cada una de tus palabras sin espinas, esas palabras que no lastiman, así estés en el peor de tus momentos.
Ahí estas tú con tu voz de señora gorda, que me reprende cuando llego tarde y me mima cuando soy vulnerable, que no deja de adularme y felicitarme cuando lo merezco y el mundo lo ignora.
Ahí estas tú con tus costumbres raras y tus manías, pero si no fueras así, tampoco soportarías las mías. Ahí estas tú con tu silencio, cuando estoy molesta, con tu locura cuando quiero estar demente y con tu dulzura en mis momentos agrios.
Y donde estoy yo?. Yo ando divagando en mis sueños y en algunos abrazos que deje flotando en el tiempo, perdida en algún bar o suspendida en mi distracción. Algunas veces escondida tras mis anteojos en el asiento de un bus y otras llorando, mientras veo una película que nadie ve en un cine oscuro y olvidado. Así voy, arrastrando mis pies por los senderos absurdos, por donde dicen que debemos andar. Dilatando miradas de gente que sueña y alimentando el amor de algún miserable que ruega para dejar de sentirse solo, esa soy yo, creyendo que el paraíso existe dentro de algún libro y con la compañía de un buen cigarrillo, lastimándote un poco cuando la histeria se apodera de mí, cuando creo que todo se soluciona con sexo y una buena caricia, pero sin embargo, ahí estas tú.
Ahí estas tú, para poner mis pies sobre este hemisferios terrenal, donde el dolor se esconde tras infinitas caretas de codicia y desvergüenza, ahí estas tu para mejorar mis días, cuando mis fuerzas se desploman y decorar mis lágrimas cuando veo alguna película de esas que me gustan “sin final feliz”.
Aquí estas tu para siempre, aunque no sea físicamente, tu estas aquí, porque vives dentro de mí, porque cada vez que vuelvo la mirada todas las mañanas. Ahí estas tú y lo mejor de todo, no hay día que al despertar piense que ahí, aquí y en todas partes estarás tú.

domingo, 14 de octubre de 2012

EN LA OSCURIDAD



Me mantuve en silencio por un momento, mantuve la respiración, así también la mano de Alex, mantuve mi sentir, hemorragias de recuerdos invadían el momento, recuerdos de cómo fue creciendo nuestro amor, de las tantas veces que velamos nuestras fiebres y abrazamos nuestras nostalgias, aquellas también que reíamos como si fueran los últimos días para hacerlo, momentos únicos en los cuales éramos tan felices y seguíamos siendo felices.
Al salir de ese consultorio mi alma estaba tan vacía que las lágrimas no se asomaban ni siquiera por compromiso y la sonrisa había tomado sus maletas para marcharse muy lejos, dejando un rostro tan desolado como el de un niño que no recibe regalo de navidad.
Escuchaba vagamente la voz de Alex que repetía “No te preocupes muñeca, no va a pasar nada” y automáticamente me puse a pensar cuantas veces me había dicho esa frase, sin embargo en esas oportunidades; en realidad todo salía bien, pero esta vez, no podía tranquilizarme ante su paradigma motivador, el cual tenía como propósito anular mi pena, esta vez solo quería correr tanto que me permita obtener alas y huir hacia algún planeta diferente, llevarlo conmigo y sentir que solo existíamos ambos, sin ser perseguidos por los tormentos de una trágica novela sin final feliz.
Íbamos a casa y el manejaba en silencio, pero ese silencio desgarraba la calma, hasta que empezó por decir que nuestro hijo se veía hermoso en su trajecito blanco, tal cual un ángel el día de pascuas, en esas actuaciones que realizan aquellos colegios de falsos creyentes católicos. Recordábamos el día que escandalizamos a una monja en un colegio donde quisimos matricular a nuestro hijo, y le comentamos que Alex no era bautizado y que pensaba que Jesús era un barbudo buena onda, reímos y continuamos hablando de nosotros, nuestras metas y todas aquellas cosas materiales y profesionales que habíamos alcanzado, sin embargo nada de eso tenía valor ahora.
Recordamos aquel día en el que hicimos el amor en la casa de mi madre, apoyados en una pared de la cocina mientras todos dormían y el perro no dejaba de olfatear su sexo desnudo.
Mantuvimos tal serenidad que daba la impresión que la visita al consultorio nunca existió, como si nuestras vidas siguieran su cauce natural y el siguiera siendo ese hombre que sujetaba todos mis pesares.
Llegamos a casa aquella noche y lo primero que hizo fue abrazar a mi hijo y cargarlo, se pasó jugando todo el tiempo con él y lo miraba con tal frecuencia, que pareciera que iba a borrar su rostro de tanto verlo, mi hijo acaricio su rostro y le dijo TE AMO, fue el momento más sublime de nuestras vidas hasta el día de hoy.
Mientras buscábamos conciliar el sueño, Alex mantenía mi mano sujeta y muy cerca de su pecho, nos dimos vuelta y nos mirábamos en la oscuridad, nos mirábamos con esa intensidad que solo usa el alma cuando ama, sentíamos lo tibio de nuestra respiración, mientras él decía: nunca nada nos separará. Pocos días después de aquella noche Alex no despertó más, su corazón colapso, tal y como lo predijo el medico aquel fatídico día. Alex tenía una obstrucción muy complicada, pero solo quería disfrutar sus últimos días, sin embargo todas las noches siento su recuerdo observándome en aquella tenue oscuridad, y lo oigo decir que nada nos separara.

viernes, 27 de julio de 2012

MIS ALIADAS YA NO ESTAN


Me levante sintiendo nuevamente esa sombra, esa que me consumía como un cigarrillo, al que acostumbro fumar cada vez que me acuerdo que soy miserable, ese cigarrillo que me hace sentir importante; permanecía encerrada en mi habitación, abrigada de silencio, observando cada detalle, dirigí la mirada hacia el espejo y me choque con la imagen de una mujer solitaria, desalineada, en medio de una habitación gigantesca, vacía de todo, donde el afecto se había suicidado y el amor era una cruel fantasía. Permanecía inerte aun asimilando las palabras espinosas de aquella mujer para la que un día fui importante, aquella de la que su rostro se iba borrando de mi memoria como un recuerdo de infancia, esta mujer hermosa menciono palabras, las cuales había vomitado el día anterior, cual convulsión mortal de un derrame sentimental,  aún estaba digiriendo que era la cosecha de decepción y vergüenza familiar, una traidora. Me preguntaba una y otra vez si eso era una descripción exacta de todo lo que yo significaba o si faltaban algunos detalles más, ya que hubiera sido muy provechosa mi intervención para adherir algunas definiciones más, acerca de mi mala conducta. Aun revoloteaba su voz irónica y sus cortantes palabras; frases llenas de ira y enojo, que casi derretían la línea telefónica, podía imaginar sus enormes ojos sangrientos, llenos de rabia, podía imaginarme perdida en el olvido de su corazón, pensé que sí; que sí merecía tal castigo, me sentía sola, agotada, dispersa, como varada en el medio del mediterráneo, consolada por un viento helado y una tiniebla infinita.

Los miserables y cien años de soledad quedaban minimizados al lado de esta desgracia vana que cargo sin haberlo premeditado, malicia escondida en mi corazón sin yo haberla sembrado, tíldame, humíllame, señálame y destiérrame, estas en toda la razón, es momento de pedir perdón por haber vivido, deja morir a esta hija tuya que tanto lamento te ha dado, deja morir tu calvario, amenazo tu paz, tu sendero, deja que mi alma vuele y te vele desde algún lugar en aquel limbo de oscuras mañas miserables, palabras indignas las que digo, desnudo mi ser y lanzo mis palabras como dagas, sin culpar, sin mentir, solo déjame volar, solo déjame ir.

Iba mi orgullo sigiloso rodando por la habitación, alimentando mis ganas de seguir siendo quien soy, pues llámame puta e indigna por ser libre, castígame por perseguir mis sueños, flagela mis actos sacrilegicos y tíldame por decir lo que pienso, señálame por conducir mi vida y no dejar que seas el mecánico de mis movimientos, déjame sola y corre para que mi maleza no te enrede, para que los dedos señaladores no se vuelvan contra ti y con el tiempo te acusen, únete a la  única aliada que te queda y hagan un conjuro contra esta turbia suerte, contra esta casquivana que solo maltrata sus paradigmas tan santificados.


Cada cierto momento añoro ser pequeña y permanecer horas enteras jugando a solas, porque ahora solo me queda jugar con mis pensamientos, que son tan pobres de indulgencia.
Desearía voltear y sentir que mis aliadas no se han ido, desearía redimir las ofensas y ver sus rostros, acariciar sus manos, correr y abrazarlas, sin que su prejuicio me empuje, quisiera mantenerme cerca y cambiar esa imagen solitaria en el espejo, pero automáticamente viene a mi memoria, que el afecto se lanzó por la ventana y el amor se mofa a mi alrededor cual niño burlón, mientras tanto vuelvo a recordar que empieza un nuevo día y mis aliadas ya no están.


A mí.

sábado, 21 de julio de 2012

Aun están vivas


En la universidad uno ve, escucha, observa y aprende diversas cosas, costumbres y maneras de ver la vida. Pero lo que jamás comprendí fue el afán de algunas hermosas mujeres por autodestruirse, muchas por verse más bellas, otras por sentirse amadas y útiles y las demás porque no veían más allá de sus horizontes, que difícil era convivir tan de cerca con mujeres privándose de tantas cosas, entre ellas alimentarse, perder su originalidad, queriendo parecerse a un modelo estereotipado que arroja el mundo vano y ni que decir de su libertad, la pregunta era, ¿alguna vez la tuvieron?, muchas veces atadas a hombres que les hacían la vida miserable.
Fueron muchas e incontables las noches en las que posaron sus lágrimas sobre mis hombros, lágrimas que expresaban desgarradoras confesiones, palabras que salían disparadas porque no soportaban seguir guardadas en aquel corazón destruido, sin embargo yo; yo permanecía en silencio  porque sabía que al siguiente día llegarían inmensas de alegría porque se habrían reconciliado con su príncipe de hiel.
Unos días las veía sonrientes y otros días maquillaban sus miedos y sus rostros a causa de aquellos golpes que les propinaba por opinar, por reclamar, por alzar sus voces, habían días en los que mentían y pedían a gritos silenciosos pastillas para no llorar, amigos con quienes olvidar.
otras veces guardaba en mi memoria sus dudas tiradas en algún bar, sus infidelidades causadas por una falsa idea de venganza hacia sus príncipes de hiel, aquellos que las hacían más miserables aún, entonces yo pensaba que existían más de cien excusas y más de cien reproches que en algún momento valían la pena, que muchas veces se hacían pasar por ingenuas para permanecer ciegas, atadas a un mundo vano y sigiloso, lleno de mentiras para no lastimar más ese hueco corazón que sangraba cada vez que lo tocaba la realidad.
Recuerdo muy bien a una de ellas que no dejaba de llorar encerrada en el baño de una habitación, porque simplemente no sabía qué hacer con su vida; y yo, yo solo escuchaba agudizando muy bien el sonido de su pesar en esta prosa, esta que si la leen sabrán que son ellas, tres mujeres que me permitieron me de la libertad de escribir sobre ellas, las tres son mis buenas amigas, esas a las que he visto llorar paradas en la puerta de casa, en algún bar, en el baño de un hotel, en un balcón universitario o en una fría ventana de chat, aquellas mujeres que luchan todos los días por salir del pozo, por amarse un poco más, a esas mujeres que siempre les recuerdo que las quiero y ahora les hago recordar que: “Aun están vivas”…

A mis amigas
SGD/ CRG/ KCC

jueves, 21 de junio de 2012

DISTANTE Y DISTINTO



Mi mundo, este es mi mundo, un mundo distinto y distante, un mundo a salvo de todo lo que podría lastimarme, donde no existe la rutina y tan solo mi mente y mis dedos son mi guía, mis posibilidades de soñar, forjan mi camino con letras, este camino incoloro que necesita ser cubierto por una historia diferente, una historia que llene, una historia que haga a un lado las tinieblas y cubra de esperanza algunos ojos más aparte de los míos, esos ojos que han visto tanto y que ya casi no se escandalizan con nada, unos ojos que ya no temen, unos ojos que ven la vida y la muerte como dos amigos cercanos y siempre presentes; unos amigos a los que siempre frecuento, pero que poco concuerdan y poco convencen, siempre andan aludiendo y sintiéndose superiores, uno más que el otro, siendo los dos tan aliviadores y tan miserables al mismo tiempo.
La vida muchas veces con su luz te alivia la tristeza, pero también la muerte alivia el dolor, ese dolor que te brinda la vida cuando te deja conocer la amargura. Las dos brindan y despojan, las dos son mis compañeras, con las dos aprendí que englobamos nuestro pensar en ellas y que solo son el principio y el fin de lo que hacemos, el inicio de un camino por crear y recorrer, y el fin de unas represiones que te llevarás a la tumba y que no quisiste despojar, porque tantas veces fuiste tan cobarde que no pudiste levantar la voz y decir que esta vida era tuya!!, en qué mundo vivimos, cuales son las metas, a que le tememos, porque no somos capaces de aceptar nuevas ideas, porque callas lo que piensas, porque nos enseñan a hacer lo que para la sociedad es aceptable y punto, porque te despojan de tu originalidad, porque te vencen, te quitan las armas antes de empezar a luchar, es por eso que tu mi Facundo, tu serás diferente, porque nuestro mundo será distante y distinto…

lunes, 18 de junio de 2012

YA NO TE SIENTO



Nunca pude comprender como se concibe guardar algún un cariño por alguien que pisotea a una persona que amas, nunca pude entender como podías seguir divirtiéndote con personas que ofendían mi mundo, mi vida, mis espacios, pero solo decías que eran tus ideas, tus creencias, que eras así y que nadie te podría cambiar, día tras días endurecías mi alma, los sentimientos se congelaban, los días pasaban y ya no pensaba en nada más que en dejarte volar, quizá aunque no hayas querido verlo siempre estuviste enamorado, no digo enamorado de sentir amor, sino enamorado de ser muy parecido a ellos; de alguien perteneciente a esa red, pero a la vez pensaba: tu no lo eras, tu no eras así, muchas veces critique a esa gente que decía que las personas se transformaban por las juntas o por las parejas que podían tener, pero para no ver lo que era cierto, siempre creí que te convirtieron, que te fuiste convirtiendo con el tiempo, que tú eras distinto, que tu siempre fuiste distinto, hoy, esta noche es una de esas noches en las que discutimos de los mismo, pero esta noche vi que tu esencia se desplomó, que tus garras salieron y que tus ojos enrojecían, que tu alma se transformaba, y que yo permanecía inerte sin saberte, sin pensarte, solo mirándote, solo viendo como lo que siempre considere la mitad de mi ser se desvanecía, en este momento ya no te siento, ya no te escucho, solo escucho como retumban los sonidos de todas las teclas al escribirte, al describirte, ya no te lloro, ya no te siento.