Llegamos al punto en acuerdo, me
baje del auto y ella siguió de largo a su reunión, no supe de ella en algunos
meses más, ya que dejamos de comunicarnos. No recuerdo como, pero meses después
empezó a ir a mi casa y luego empezó a trabajar en el mismo lugar que yo,
siempre insistía en llevarme a una discoteca muy concurrida por personas de
distintas opciones sexuales, y yo le daba vueltas al asunto terminando por
rechazarla, dejando así en ella la duda, de que si no quería salir con ella o
de que quizá era una maldita homofóbica, pero eso no me importaba, la verdadera
razón era que mis fines de semana estaban muy ocupados por un antiguo enamorado
que estaba volviendo con fuerza a mi vida.
Pasaron semanas, dentro de las
cuales ella me contaba muchas cosas acerca de su vida, historias pasadas, tanto
como actuales, me presento a su “mujer”, íbamos a cenar a su casa y nos hicimos
muy íntimas, empecé a sentir cierto afecto por ella, tanto que me preocupaba
como estaba algunos días, ya que ella solía deprimirse con facilidad. El tiempo
transcurría y la amistad se iba ampliando, un sábado que podía ser patético,
ella me escribió al móvil, preguntándome que me encontraba haciendo, le dije
que me disponía a abrigarme y dormir, me dijo, necesito salir, vamos acompáñame,
iremos con Josué, y ahí empieza a enlazarse la historia, resulta que Josué era
el chico de quien me contaba constantemente, del cual también ella estaba muy
segura no miraría a otra mujer que no sea ella y que la esperaría fielmente,
hasta que ella decida mirarlo, ese del cual me hablo en aquel taxi algunos
meses atrás. Finalmente decidí salir, nos encontramos con Josué en un centro
comercial muy concurrido en el corazón de Lince, para después irnos a un
bar gay y por ultimo terminar en una discoteca gay, desde que vi a Josué, fue
como si una sensación extraña anticipara que algo sucedería esa noche, pero sin
embargo, yo solo había salido dispuesta a divertirme, ya que días atrás mi
supuesto retorno con mi ex, no había dado resultados muy favorables, en fin esa
es otra historia, esa noche fue una de las noches más extrañas de mi vida,
llegamos a aquella discoteca, donde yo me sentía muy perdida en un inicio, era
como imaginarse una jauría de perros en celo, mirándose unos a otros, sin
importarle los sexos y simplemente seguían sus instintos, besándose,
entreverando sus lengua, que eran a la vez tan visibles, sin embargo, me sentía
segura por la amabilidad de ambos, de mi buena amiga y de Josué, simplemente me
deje llevar, pasaban las horas y bien el alcohol iba subiendo poco a poco, pues
cuando eso sucede, casi siempre tengo la fantástica idea de que un cigarrillo
lo bajará, así que decidí pedirle a Josué por favor me acompañara a fumar un
cigarrillo fuera de las instalaciones de aquel lugar donde prohíben fumar y automáticamente
pensé, donde quedaron aquellos bares donde tomar un pisco no era un cliché y
fumar un delito, finalmente salimos y estuvimos conversando en lo que acaba mi
cigarrillo, automáticamente después de ese instante solo recuerdo que estaba
besando a Josué y verdaderamente no recuerdo como sucedió, después me vi dentro
de la discoteca bailando en medio de una turbulencia de gente agitada, sujeta
del cuello de Josué, dándole la espalda y meneando mis caderas sobre su pene
erecto, como si estuviéramos preparándonos para una fogosa noche sexual o quizá
tratando de ganar en un concurso de la “zorra de la noche”, a los instantes me
encontraba besando a una chica, lo cual tampoco sé cómo pasó, lo único que sé
es que nos sentamos en un sillón los tres, mientras Josué y yo nos acariciábamos
las manos. En algunos instantes más salimos de aquel lugar y nos dirigimos cada
uno a sus respectivas casas, durante el camino y con la borrachera ya distante,
mi amiga me explicaba detalladamente como había dado a parar en cada una de
esas situaciones extrañas dentro de la discoteca, al parecer, un wisky, y un
pisco con red bull, me hicieron una mala pasada, finalmente ya tranquila en
casa, pude comprender que ese día que tanto evite inicio algo de lo cual estoy
disfrutando, ya que hubieron futuras salidas con Josué, pero eso ya es otra
historia.