viernes, 19 de enero de 2018

MI HISTORIA DE JAZZ



No recuerdo con claridad, cuándo ni cómo empezó mi gusto por el Jazz, solo recuerdo mis horas y horas de trabajo universitario, tesis y demás cosas relacionadas a este género musical, cigarrillos, latas de cerveza; considero fueron mis mejores horas, mis mejores épocas, mi mejor tiempo empleado o desperdiciado; siento que esta música me relaja, me pone a tono para mover los dedos de una forma magistral, casi sin tener que pensar, fue una de las cosas que más me ayudaron a terminar una tesis que parecía enloquecedora. 

Lo que si recuerdo a la perfección fue el día de su cumpleaños número 33, queríamos disfrutar de una sinfónica y fuimos al Jazz Zone de Miraflores, compramos un par de boletos para una Big Band, era un lunes por la noche, su cumpleaños iniciaba ese mismo día a la medianoche, decidimos ir a esta presentación, porque Seb; como pocas personas en mi vida, también disfruta de esta música igual o incluso más que yo. Mientras disfrutábamos la música, recordaba que un par de veces Sebas me había comentado que le encantaría que alguna vez le manden saludos en un pequeño concierto o discoteca, así que no hallé mejor momento que ese. Esperé el tiempo intermedio de la banda y le dije a Seb que iba al tocador, ya que es sumamente distraído, pues no tendría la más mínima sospecha de mi sorpresa; le pedí a una mesera que me apoyara con el asunto éste, la verdad nunca lo había hecho por alguien, así que la mesera con mucha complicidad, me llevó con el director de la banda que a su vez me presentó a otros integrantes, por cierto todos muy amables y alegres; me propusieron cantarle un “cumpleaños feliz” a modo de Jazz, yo más que feliz les di el nombre de mi novio y muy agradecida di media vuelta y volví a nuestra mesa, tomé su mano esperando el ansiado momento, emocionada con mi gran hazaña, mientras saboreábamos la segunda cerveza la banda dio inicios a la segunda parte del show; de pronto se mandaron los saludos y el cumpleaños feliz, todo el numerito, pero en inglés, mencionaron todo en inglés hasta el nombre, en ese momento ya siendo las 12, me di vuelta para abrazar y besar a mi novio, pero no noté un ápice de emoción ajena a la de mis besos y abrazos, entonces pensé que por su personalidad tan distinta no quería hacer alarde de mi saludo hacia él, así que lo deje pasar, aparte que esa misma noche tuvimos un pequeño incidente camino a casa y fue más grande nuestro susto que los sucesos de la noche en sí.

Pasó poco más de un año, estábamos caminando y conversando acerca de música y de pronto recordamos ese día, porque hablábamos de Jazz, así que le dije:

- ¿qué pasó ese día, no te gustó tu saludo?

- ¿Qué saludo?


Le conté todo el preámbulo al saludo y Seb no ha parado de disculparse por su distracción hasta el día de hoy, así que si ven a alguien disculpándose en los comentarios definitivamente es él. ¡No te preocupes amor, así sumamente distraído te amo!

2 comentarios:

  1. Tal vez es piurano y vive en la luna de Paita. Te apuesto a que no se acuerda el nombre de tus amigas.

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    1. Jajaja, pues lo debes conocer bien, porque todo lo que dices es cierto. 😉

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