jueves, 2 de julio de 2015

LA EX


Escena 1: Muestra -  Cortázar 
Ingresamos a una sala oscura donde proyectaban una película con las fotos de Cortázar y el texto del capítulo 7 de Rayuela:
"Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y...y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.
En ese mismo instante recordé la voz de mi novio contándome hace ya algunos meses atrás, que cuando novios con su ex, le recitó este capítulo al cumplir un mes de relación y llevó un pañuelo perfumado por si ella lloraba al escucharlo y ella ni se inmutó. Me llené de rabia y salí de la sala.

Escena 2: Pensamientos siniestros
Recuerdo que estábamos revisando unos libros en la biblioteca del centro cultural de la Universidad Católica,  salíamos de una muestra de Cortázar y nos disponíamos a tomar un café luego, mientras tocaba e iba adivinando los textos,  recordaba la Muestra de Cortázar y el capítulo 7. Su ex, cada que me contaba sobre ella y sus desplantes, la imaginaba,  guapa, altiva y hasta distinguida, quizá hasta más guapa que yo, y la odiaba silenciosamente,  nunca antes había sentido esto que dicen sentir las novias actuales sobre las ex, pero bueno, pensaba que era normal. 

Escena 3: Poca comida y mala digestión 
Ingresamos a comer a la cafetería del centro cultural y pedimos unos langostinos al panko, muy mala elección por cierto, muy caro y muy poco. Mientras esperábamos la comida con mucha expectativa,  se me ocurrió preguntarle a mi novio, con una cara de mofa que no podía ocultar, como se había sentido cuando su ex ni se inmutó por el capítulo de Cortázar que él le había leído y se había sentido como un imbécil.
En ese instante llegaron los platos, comimos rápidamente y en silencio.

Escena 4: una ex fea y una novia felíz 
Días después de la muestra, fui a encontrarme con mi novio. Encendí un cigarrillo y camino a su trabajo, pensaba en las últimas cosas que habíamos vivido juntos, sonreía tratando de adivinar sus ojos al verme llegar, porque siempre eran distintos, pero nunca dejaban de ser hermosos, lo amaba, sí; ya lo amaba, como amo mis horas de sueño y mis dietas excesivas de comidas grasosas e indecentes. No,  lo amaba más, definitivamente,  más que eso, lo amo con locura,  con desdén,  lo amo asquerosamente, obscenamente, tal como a él le gusta que lo ame.
Llegué justo a tiempo, el cruzaba la puerta de salida de su centro laboral,  nos besamos y empezamos a caminar hacia la avenida salaverry, siempre hacemos esta caminata, cruzando medio san isidro, conversando acerca de nuestros días,  de pronto escucho una voz acercarse diciendo: Sebasssssss...y la voz de él diciendo: Hola Adrianaaaa...y ésta última palabra me resonó en la cabeza como tambores tocando al lado de mis oídos y mientras estábamos paradas prácticamente una frente de la otra, sin yo oír lo que ellos dos hablaban, en esos dos pequeños pero a la vez largos minutos,  pude escanear y mirar al detalle a su ex, a quien No voy a describir por "respeto" , pero; por lo visto no tendría nada que envidiarle ni en cien años y me sentí ácidamente Feliz,  tanto que mi novio cuadras más allá me dijo: te conozco y ya puedes empezar a "rajar"! .... amo a Seb y después de todo este tiempo juntos,  Adriana hasta me hizo un favor, gracias a ella, ahora yo tengo a mi Seb!